Proyecto comisariado por Carmen Andreu, Paco Lara-Barraco y Rocío Arregui. Sevilla-Castelo da Vide. 2015.

Al sur de Iberia. Catálogo.

 

Las plantas de oficina evocan paraísos perdidos. Plantas comunes y resistentes se afanan en celebrar festivamente la alegría de vivir, ajenas a los trajines de los no espacios, todos rectos, ordenados y uniformados, llenos de datos que han de ser reubicados, contrastados, emitidos, en un flujo continuo canalizado por superficies pulidas.

Al igual que el diseño de las oficinas, despachos, consultas… responde a modas y evolucionan de manera homogénea en todo el mundo, respondiendo a un estilo internacional y despersonalizado, también la diversidad de plantas que nos rodean se hace cada vez más pobre. Lo vegetal necesita de atención y compromiso, pero las urgencias del quehacer cotidiano se anteponen al tiempo necesario para cuidar una planta. Por ello, solo aquellos más sensibles recurren al sufrido poto o la pertinaz palmerita.

Las imágenes fotográficas reflejan esta soledad resaltando el fresco verdor sobre el gris cotidiano. En el dibujo, el gesto intenta emular la energía contenida de la planta, machacada por la cuadrícula. La pequeña pintura intensifica con colores saturados ese entorno que pretende ser natural y no consigue más que la debacle, mientras que la planta real, modesta y discretamente nos ofrece una sonrisa.

 

Rocío Arregui-Pradas

2015